lunes, 13 de septiembre de 2010

POR UN CAPRICHO, REGIDORES PONEN EN RIESGO SUS CARGOS

MÁS VALE UN MAL ARREGLO QUE UN BUEN PLEITO. Los 12 regidores que integran el Cabildo de San Pedro Cholula están empeñados –o tal vez ¿encaprichados?- en que no regrese su, aunque no lo quieran, compañera Ana Bertha Cervantes Munguía.
El débil argumento que acordaron dar públicamente es que: “ella prometió quedarse fuera sin importar si ganaba o perdiera las elecciones del 4 de julio”, en las que compitió bajo las siglas del PRI y PVEM por la diputación del octavo distrito local.
La verdad es que algunos están molestos porque les ganó la candidatura, otros porque su ausencia les conviene porque les deja el campo libre para hacer negocios en la última parte del trienio y unos más porque es evidente que está mejor preparada profesional y políticamente que ellos.
La aversión aumentó durante la campaña, cuando Ana Bertha Cervantes Munguía, perdió por momentos el piso y cayó en actitudes de soberbia provocadas por las encuestas infladas de su partido que la colocaban como la segura ganadora de las votaciones.
La antipatía se convirtió en tirria una semana después de los comicios, el 12 de julio, cuando la regidora de Gobernación con licencia avisó que regresaría al cargo.
El anuncio fue tomado como otro acto mayor de arrogancia porque los regidores pensaron que ella tenía que pedirles permiso para ocupar nuevamente el lugar que dejó el 16 de marzo. Esto, no es así porque legalmente solo tenía que anunciar su reincorporación al dejar de gozar la licencia por tiempo indefinido solicitada para irse en busca de la diputación local.
Hoy, las cosas cambiaron, pues los engreídos, sobre todo encaprichados, son los regidores que cometieron un acto ilegal en la sesión del 23 de agosto al votar en bloque una negativa al regreso de Ana Bertha Cervantes Munguía, a quien protege la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley Orgánica Municipal del estado de Puebla.
Solo el presidente municipal, Francisco Covarrubias Pérez se abstuvo de votar, mientras el síndico Juan Taylor Torres lo hizo en contra, tras poner sobre aviso a los demás integrantes del cuerpo edilicio que cometían una arbitrariedad.
La decisión de los regidores carece de sustento, tanto que el juez quinto de Distrito, Martín Ubaldo Mariscal Rojas, dio entrada a un juicio de amparo y respeto de garantías promovido el 6 de septiembre por Ana Bertha Cervantes Munguía, a través de su abogada Adriana Corichi Tirado.
Cuatro días después, el 10 de septiembre, el juez pidió al Cabildo entregar antes de cinco días un informe justificado de su determinación con constancias “legibles, en orden progresivo, foliadas, rubricadas y entre selladas” porque de lo contrario serán castigados con multas que van de los 50 a 150 salarios mínimos.
Especialistas en derecho estiman que los regidores terminarán por dar su manita a torcer porque están en riesgo de ser destituidos del cargo por sus decisiones precipitadas.
En pocos días, se prevé que Cervantes Munguía ocupe nuevamente el cargo, aunque lo hará en medio de un ambiente hostil que posiblemente la lleve a ser marginada en el último tramo del trienio.

Napoleón Rojas Narciso