viernes, 9 de abril de 2010

...LAS PEQUEÑAS, PERO FUNDAMENTALES DIFERENCIAS ENTRE LOS CANDIDATOS A LA PRESIDENCIA MUNICIPAL

CAMARÓN QUE SE DUERME SE LO LLEVA LA CORRIENTE. Dolores Parra Jiménez y Juan Taylor Morales esperan de diferente manera la aprobación de sus registros por el Consejo General del Instituto Estatal Electoral.
Mientras la abanderada de Compromiso por Puebla aguarda literalmente sentada el cumplimiento de este trámite, el candidato de Puebla Avanza aprovecha para planear su estrategia de campaña, en el papel y en los hechos, sosteniendo reuniones personales con su equipo y personajes de la sociedad cholulteca que le ayudarán en sus trabajos de proselitismo.
A Dolores Parra Jiménez se le ve todo el tiempo sentada en los restaurantes del Portal, con una imagen personal descuidada y con una actitud que desanima a quienes se supone iniciarán con ella una intensa campaña política.
“Lolita”, como la conocen sus allegados, pretende arrancar actividades hasta el sábado 17 de abril –es decir dentro de una semana- con la visita del candidato de la alianza PAN-PRD-Panal-Convergencia, Rafael Moreno Valle Rosas.
Ese día, harán su presentación formal, tanto Parra Jiménez como el ex priísta Julio Lorenzini Rangel, como candidato a diputado local.
Su objetivo es reunir a unas cinco mil personas en la Plaza de la Concordia, a fin de contrastar con las dos mil que el martes 6 de abril asistieron a apoyar a Javier López Zavala, aspirante a ocupar Casa Puebla de la coalición integrada por el PRI y el Verde Ecologista.
La meta es ambiciosa y aparentemente difícil de cumplir, sobre todo con la apatía que muestra la candidata a la presidencia municipal.
Del otro lado, Juan Taylor Morales sostiene la mayor parte del día reuniones internas de trabajo, mientras el Instituto Estatal Electoral autoriza el inicio de las campañas.
Después de asistir a un taller impartido por expertos en comunicación política, es evidente que el abanderado de Puebla Avanza ha definido con claridad sus metas y ha trazado los caminos que tomará para lograr sus objetivos.
Su actitud demuestra que quiere ser el próximo presidente municipal, dispuesto a invertir todos sus recursos, tiempo y esfuerzo, sin escatimar nada.
Quizá el único punto ganado hasta el momento por Dolores Parra Jiménez sea la conformación de su área de comunicación.
Para la panista trabajará Omar Espinosa, con experiencia en medios escritos y electrónicos de la capital, investigador de los procesos de la comunicación y empleado en departamentos de difusión de gobiernos priístas. Su tacto, lo llevó a buscar a los reporteros desde su llegada y planear su primera rueda de prensa para este domingo.
José Antonio de la Vega estará del otro lado. Vinculado siempre con los gobiernos priístas, ha coordinado la prensa a regidores y diputados de este partido. Pocos meses, estuvo a cargo del noticiero vespertino de Ultra Digital y labora actualmente en Momento Diario con una clara parcialidad hacia las autoridades en turno.
En los hechos, comenzó a colaborar con Juan Taylor Morales desde hace medio año, pero son pocas las ocasiones que ha pisado Cholula. Al parecer, intentará trabajar a control remoto en la campaña.
(Napoleón Rojas Narciso)

miércoles, 7 de abril de 2010

PORQUE LORENZINI NO FUE CANDIDATO DEL PRI

NUNCA LA SOBERBIA SUBIRÁ AL CIELO. Julio Lorenzini Rangel estuvo a punto de cumplir la ambición que tiene en mente desde hace muchos años: la candidatura del PRI a la presidencia municipal.
En el último momento perdió esta oportunidad por la misma razón de cada tres años: la soberbia que le hace creer ser el mejor.
A unos minutos de recibir el nombramiento, la arrogancia lo perdió nuevamente.
Confiado en el respaldo que tenía del secretario de Gobernación, Valentín Meneses Rojas; Lorenzini Rangel se negó a negociar con el resto de los aspirantes que estaban dispuestos a declinar a su favor a cambio de posiciones en el Cabildo y en el gabinete.
Altivo, minimizó estos apoyos y terminó por quedarse solo.
Entonces, los priístas se agruparon en torno a Juan Taylor Morales.
Obligado por las circunstancias, se despidió de la posibilidad de ser candidato del Partido Revolucionario Institucional, del cual se marchó por la puerta de atrás, sin avisar.
Pero, terco, lo intentará nuevamente en dos años por el Partido Acción Nacional.
Con buenas expectativas, está por arrancar campaña por la diputación local bajo las siglas de la alianza Compromiso por Puebla, en la que también se encuentran el PRD, Convergencia y el Panal.
Aunque, si gana, se enfrentará al dilema de dedicarse de tiempo completo a cumplir como legislador o aprovechar esta posición para preparar su candidatura a la presidencia municipal.
Ya hay quien apuesta que en dos años solicitaría licencia porque saben que nunca aprendió, ni aprenderá la lección.
Es evidente que ha madurado, pero no lo suficiente para aprovechar las oportunidades en los nuevos frentes de batalla.
Si, tras el tropiezo, comprende y hace suyo el significado de la modestia y la humildad, Julio Lorenzini Rangel irá por buen camino a convertirse en un verdadero político.
Al tiempo. (Napoleón Rojas)

jueves, 1 de abril de 2010

JUAN PABLO JIMÉNEZ Y LA TENTACIÓN DEL PODER

EL PODER Y EL ESPLENDOR EMBRIAGAN MÁS QUE EL LICOR. Es difícil evadir la tentación del poder. Y Juan Pablo Jiménez Concha es uno más de los mortales que no pudo hacerlo.
Independientemente de que creció en una de las familias más ricas e influyentes de la región, fue hasta que ejerció como diputado suplente, entre 2001 y 2002, que tomó conciencia de que era capaz de convertirse en la persona con mayor poder político en Cholula, para bien o para mal.
Tres años después compitió y ganó la presidencia de San Pedro Cholula, con una meta personal en la mente: “el juanpablismo –como él mismo denominó- durará 15 años, al menos”.
Al terminar su gestión, sus planes por poco se vienen abajo con Francisco Covarrubias Pérez.
Sin duda, Jiménez Concha tuvo mucho que ver en la designación de su sucesor, pero nunca pensó que éste marcaría distancia, tomaría sus propias decisiones y formaría un capital político propio.
Hoy, como diputado federal, pretende retomar su proyecto. Echó mano de todos sus recursos y se deshizo de Geudiel Jiménez Flores y de Julio Lorenzini Rangel que, en momentos diferentes del proceso interno, estuvieron a punto de quedarse con la candidatura de la alianza PRI-Verde a la presidencia municipal.
Sus maniobras fueron tan efectivas que tumbaron a los candidatos del líder estatal del PRI, Alejandro Armenta Mier y del secretario de Gobernación, Valentín Meneses Rojas, respectivamente. Las argucias que utilizó dieron resultados porque contó con el apoyo de Javier López Zavala, contrario a la versión de que ambos están enfrentados.
Con el camino libre, pretende continuar su “juanpablismo” con Juan Taylor Morales, a través de recomendaciones en la conformación de la planilla de regidores, y si la alianza Puebla Avanza gana las elecciones, intentará infiltrarse en el gabinete municipal.
La pregunta es: ¿Taylor lo permitirá o también pintará su raya y volará con alas propias?.
La realidad es que el “juanpablismo” está en riesgo porque, mientras estaba embriagado poniendo y quitando candidatos, Juan Pablo Jiménez Concha descuidó la otra trinchera.
El diputado federal estaba seguro que el abanderado de la otra coalición sería débil, fácil de derrotar en las votaciones de julio.
Sin embargo, la designada fue Dolores Parra Jiménez, de la misma familia, pero con intereses totalmente diferentes, y sobre todo, a la única que no quería tener enfrente en las elecciones constitucionales. (Napoleón Rojas)