lunes, 25 de octubre de 2010

ARRECIA GUERRA CONTRA DIRECTOR DE SEGURIDAD PÚBLICA

Si la envidia fuera tiña, cuantos tiñosos habría. El coordinador del programa de Prevención del Delito en el ayuntamiento, Gabriel Peña Fuentes, está encaprichado en tirar del puesto al director de Seguridad Pública, Sergio Ibán (con “b” grande) Torres Bravo.
Parece que a este sujeto ya se le olvidó que en abril de 2009 fue removido del puesto, y peor aún degradado a coordinador de área, porque como Director de Seguridad crecieron los índices delictivos. Su destitución tuvo lugar precisamente una semana después que fue robada la casa de la regidora de Gobernación, Ana Bertha Cervantes Munguía.
La estrategia de Gabriel Peña Fuentes es enviar a terceros a acusar de presuntos actos de corrupción a los policías municipales y agentes viales ante la Contraloría Municipal o medios de comunicación.
Según él, en un mes, máximo, caerá Sergio Iván Torres Bravo y regresará a mandar a los elementos que ahora incrimina de extorsión, prepotencia y abusos de poder.
Pero, Peña Fuentes está dejando huellas de su treta porque los señalamientos se han hecho contra policías o agentes viales que están en descanso y porque los acusadores son amigos de su incondicional, el subdirector de Vialidad, Armando Ramírez.
Por cierto, Armando Ramírez en su última maniobra dejó mal parado a la administración de Francisco Covarrubias ante los ojos de todo el país.
Por intentar hacer quedar mal a su jefe directo, Sergio Ibán Torres Bravo, retuvo un oficio en el que se le pedía apoyo para vigilar y controlar el tránsito durante la segunda etapa de la Carrera Panamericana. De tal manera que la tarde del sábado, la llegada de los autos clásicos se efectuó en completo desorden y solo la Policía Federal Preventiva tuvo presencia en la Plaza de la Concordia.
De último momento, el director de Seguridad Pública ordenó patrullar los alrededores del zócalo para reforzar la vigilancia de destacados empresarios, políticos y deportistas que participaron en la competencia.
Así, arriesgando la integridad de las personas, Gabriel Peña Fuentes, suspira con regresar al puesto que no supo conservar. Peor aún quiere ser tomado en cuenta para la próxima administración.
En tanto, los policías municipales están esperando todavía que les explique con detalle porque sus compensaciones federales bajaron este año más de 50 por ciento.
Los elementos están muy molestos con él y mantienen latente la intención de hacer un paro para que Gabriel Peña Fuentes rinda cuentas de casi un millón de pesos que aparentemente fue desviado a un “programa de prevención de delitos” que nadie ha visto.
Napoleón Rojas Narciso

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